Victoria II del Reino Unido (Elizabeth Amelie Alexandra; Preston, Lancashire, Inglaterra,18 de julio de 1961) es la actual monarca británica y por lo tanto, soberana de dieciséis estados independientes constituidos en reino y que forman parte de la Mancomunidad de Naciones: Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Barbados, Bahamas, Granada, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tuvalu, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Belice, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves.
Es la figura representativa de Inglaterra y el vivo ejemplo de lo que debe ser un Jefe de Estado en tiempos modernos, pues la corona Británica había perdido popularidad debido a sus predecesores, llegando incluso a peligrar el régimen bajo el cual se mantenía el país, tras los movimientos de oposición que pugnaban por una república en vez de dar continuidad a la monarquía.
Vida temprana[]
Perteneciente a la casa de Stewart-Wittelsbach por nacimiento, con nexos que se remontan a la casa Glücksburg-Hannover de Dinamarca.
Matrimonio y Descendencia. Princesa Consorte de Dinamarca.[]
Contrajo nupcias con Maxwell de Dinamarca, tercero en la línea de sucesión en aquel país y por tanto, poseían ambos la dignidad de Príncipes del Territorio Danés, dignidad que ostentarían hasta 1997, cuando renunciaron al título en aras de aceptar la corona británica. El matrimonio se produjo el 09 de Enero de 1975, contando Victoria con 16 años y Maxwell con 14, en una unión que obtuvo dispensas legales de ambas casas monárquicas y sus respectivas iglesias (anglicana y luterana) por lo conveniente que resultaba para ambas familias cimentar un parentesco directo. El haberse unido en un matrimonio concertado no impidió que el amor floreciera entre ellos, compensando los defectos de uno con las virtudes del otro; la personalidad dominante y el fuerte carácter de Victoria encontraron en el muchacho, voluntarioso y solidario, un buen cómplice y más que eso, un compañero dispuesto a compartir con ella las vicisitudes propias de la vida en común.
En 1978 dieron la bienvenida a su primogénito, William de York, un varón que consolidaba una unión que hasta entonces había probado ser efectiva, aunque poco beneficiosa en términos de poder debido a que Maxwell ostentaba títulos únicamente como deferencia a su origen real mas no existían garantías o prerrogativas económicas asociadas al cargo. En síntesis, el esposo era un pobre muchacho sin más fortuna que cualquier otro, situación que cambiaría con el paso de los años gracias a Victoria, que siempre lo animó a desarrollarse profesionalmente en tanto ella hacía lo propio, compaginando trabajo con maternidad. Años después, la pareja traería al mundo a un segundo varón, Lachlan de Gales, que creció en un hogar lleno de amor, estrictas normas y por supuesto un rígido código moral, todo en aras de convertir a los muchachos en hombres de bien, comprometidos con el país y leales a la familia a la cual pertenecían.
La crisis de los Mountbatten-Windsor[]
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Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte[]
El ascenso de la soberana se produjo de manera rápida, tras corroborar la legitimidad del derecho sucesorio y la genealogía que precedía a Victoria, sumado a su popularidad por las diversas obras de caridad en pro de los grupos vulnerables que veían en ella a alguien capaz de reivindicar el concepto de un buen líder y más aún, de poder a Reino Unido nuevamente en el mapa.
La estrategia política del reinado de Victoria II se ha caracterizado por ser de total apertura, enfocada en consolidar el poderío y liderazgo que se había perdido debido a las malas decisiones de sus predecesores y en forma específica, estableciendo nuevas relaciones tanto diplomáticas como de tipo comercial con otros reinos, territorios que antes se mantenían neutrales o habían retirado alianzas tras el régimen aislacionista de Gran Bretaña y países anexos. Reconstruir el país desde los despojos no fue tarea fácil pero Victoria, contando siempre con el apoyo de Maxwell, el rey consorte, logró salir avante de todos los problemas que enfrentó a corto, mediano o largo plazo, los cuales no fueron pocos ni sencillos.
Las arcas del Estado estaban prácticamente vacías, producto de los muchos excesos, despilfarros y costosos divorcios; cada gasto aumentó los impuestos a niveles estratosféricos, siendo la austeridad entonces una medida disciplinaria que la nueva reina adoptó como eje central de su gobierno, logrando que con el paso de los años, Reino Unido pudiera recuperar el capital económico perdido y el respeto a nivel internacional.
Familia[]
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Parentescos con otras monarquías[]
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